No todo es criticar....espero que no juzgueis a la primera de cambio.

sábado, 27 de marzo de 2010

Yo, pescador submarino Argumentos a favor de la pesca submarina Últimamente, la pesca submarina se ha visto amenazada por un sector de población que, esgrimiendo la bandera de un ecologismo más que dudoso, ha hecho temblar el equilibrio deportivo de esta actividad y, con unos argumentos muy lejos de ser científicos, han provocado una reacción negativa del gran público hacia la pesca submarina. Esta amenaza se ha hecho patente por algunos acontecimientos que pueden marcar el futuro de nuestra actividad, como son, por poner algún ejemplo, la prohibición del Campeonato Mundial de Pesca Submarina que, en un principio, había de celebrarse en aguas del “Cap de Creus” en verano de 1992, así como algunas restricciones en lo que se refiere a zonas y especies a capturar en las competiciones regionales. Es por ello que yo, pescador submarino, ante estas agresiones sin fundamento, y ante la falta de un conocimiento real de este deporte por parte del gran público, me veo en la necesidad de exponer una serie de hechos para defender la práctica de la pesca submarina, tan legítima como lo es la misma naturaleza del hombre, en lucha constante con el medio que le rodea. La pesca submarina consiste en la captura de peces en su medio natural. El deportista que trata de capturar a su presa, lo hace sumergiéndose bajo el agua limitado por sus propias capacidades físicas, es decir, sin la ayuda de ningún aparato de respiración autónomo. Todo ello bajo una reglamentación, tanto legal como deportiva. Que hacen que sea una práctica totalmente controlada. Esta actividad se realiza en contacto con el medio natural, recordando la constante lucha que el hombre ha mantenido contra el medio en que vive, con el fin de obtener alimento. Así la podemos considerar como una práctica totalmente ecológica, ya que permite al deportista disfrutar del contacto directo con la naturaleza, en plena armonía con el medio, con el fin de conseguir directamente las riquezas que el mar nos ofrece, de la misma forma que lo hacían nuestros antepasados. Pero, ¿por qué, dirían algunos “ecologistas” confesos, se hace necesaria la captura de los peces? ¿No podemos disfrutar de la misma manera sin necesidad de capturarlos? Para el profano, ésta podría ser una alternativa válida, pero para los que practicamos la pesca submarina, la respuesta no se corresponde a esta opción. A pesar de que, en gran medida, el simple contacto con el medio marino es lo que realmente nos gratifica, el hecho de realizar la captura de una pieza representa una culminación al realizar una acción física y técnica con un elevado grado de perfección. Esto, como en cualquier otro deporte, es motivo de satisfacción personal y premia un trabajo bien hecho, que ha significado toda una preparación y, en definitiva, toda manera de vivir. Queda lejos de todo esto la supuesta morbosidad y sadismo que los profanos consideran que existe en el momento de realizar la captura de una buena pieza. El deportista que consigue este éxito no merece ser tratado de criminal, como lo es en muchos casos. Merece reconocimiento y, por qué no, admiración, dadas las características de su deporte. Deberíamos pensar que el deportista desarrolla su actividad en un campo de acción muy limitado, atendiendo a sus posibilidades físicas. Por ello, se encuentra en desventaja ante sus posibles presas, que desenvuelven en su propio medio. Entendemos pues que, en estas condiciones, la captura de una presa es toda una proeza. Y debemos recordar que las capturas siempre tienen como fin la alimentación humana. ¿Qué medio existe más ecológico, insisto, que la obtención directamente de la naturaleza del alimento, lejos de los actuales sistemas desnaturalizados? Otro aspecto que debemos aclarar es el tema de la protección de las especies. Si bien en el caso de la caza terrestre, es necesaria la prohibición de capturar determinadas especies en peligro, y el establecimiento de determinadas vedas según la época del año, en pesca submarina esto no puede aplicarse según la misma regla de tres. En primer lugar, si comparamos la extensión de mares y océanos con el limitado campo de acción del pescador submarino (una determinada franja de la zona costera litoral), se comprende el poco impacto que ejerce sobre el medio. Es difícil creer que una especie pueda entrar en peligro de extinción por culpa de esta actividad, dada la extensión de su hábitat natural. Lo que sí es fácilmente creíble, aunque reconozco no poseer los argumentos científicos que lo demuestren, es que determinadas especies, al verse molestadas en su primitivo hábitat natural a poca profundidad (no sólo por los pescadores submarinos), han variado ligeramente sus costumbres, aumentando la profundidad donde desarrollaban sus actividades. Y esto está muy lejos de la extinción de cualquier especie. Por otra parte, debemos considerar que existe una importante limitación, impuesta por el mismo medio, que podemos considerar como veda natural: la profundidad. El pez, al encontrarse en peligro, opta por buscar mayores profundidades, a las que el hombre no puede sumergirse en apnea. También podemos considerar como veda natural la que resulta de las limitaciones impuestas por el clima y la meteorología, que condicionan, llegando incluso a imposibilitar, la pesca submarina. Hasta aquí he querido exponer una serie de argumentos apoyando la práctica de la pesca submarina por sí misma. Me preocupa ahora hacer reflexionar a los atacantes de la pesca submarina sobre su actitud. Particularmente siempre he pensado que el hombre es malo por naturaleza, y para darse cuenta de ello sólo nos basta echar un vistazo a la situación en el orden mundial. Y eso, de alguna manera, justifica muchos de los hechos que quiero criticar. El principal hecho, y que rechazo con todas mis fuerzas, aunque sólo sean unas fuerzas morales, es que se realicen afirmaciones sin que exista un fundamento científico que les dé apoyo, y que estas afirmaciones se hagan con ánimo destructivo. ¿Cómo se puede asegurar que la pesca submarina es la culpable de la desaparición de alguna especie marina, sin una base o trabajo científico previo? Y mucho menos atendiendo a la extensión del medio marino, que he mencionado. Personalmente, aquéllos que realizan estas afirmaciones, biólogos en muchos casos, bajo la bandera de un ecologismo mal entendido, no me merecen, ni como personas ni como profesionales, ningún tipo de reconocimiento. Entiendo, por otra parte, que por motivos de ética personal, se elija no practicar una actividad, a la que no se da soporte, y que incluso se rechace. Pero querer impedir su práctica a otras personas, me parece una actitud poco reflexiva, intolerante y con tendencias dictatoriales. Sería como si nosotros, pescadores submarinos, quisiéramos prohibirles la compra de peces en las pescaderías, invocando aquel refrán popular que reza “quien quiera peces, que se moje el culo”. En una sociedad civilizada existen diferentes actitudes que deben respetarse, siempre y cuando no representen un peligro. La voluntad de un sector no puede representar nunca una imposición para otro. Pero no quisiera entrar en una exposición de este tipo. Lo que pediría es la voluntad de comprensión y cohabitación por parte de la gente que ataca nuestra actividad y quisiera dejar claro que la práctica de cualquier actividad deportiva es una opción personal que debe respetarse en todo momento. Y más aún cuando esta práctica, la pesca submarina, es la madre de donde nacieron las demás actividades subacuáticas. Otro tema que debería quedar claro es la de los nuevos profesionales del turismo subacuático, que, al fundamentar sus fuentes de ingresos en los escafandristas que visitan determinadas zonas submarinas, ven amenazada sus empresas, creyendo que la práctica de la pesca submarina en zonas “de su propiedad” hará disminuir la fauna autóctona y consecuentemente el atractivo de esta zona, cosa que sería muy discutible. La solución debe pasar por la regulación y la búsqueda de alternativas, pero nunca por el ataque acérrimo y sin fundamentos. Finalmente, quisiera hacer referencia a los argumentos en defensa de esta actividad deportiva comparando su impacto respecto a otros problemas realmente graves, aunque sólo brevemente, ya que mi objetivo era dejar claras las características de la pesca submarina, y defenderla en función de sus elementos diferenciales. Comparar la pesca submarina con otros tipos de pesca puede ser peligroso. Entraríamos en un debate complejo. De todas maneras, me lanzo a apuntar algunos aspectos. La pesca submarina puede considerarse el más racional de los sistemas de pesca, ya que el deportista captura los peces de uno en uno, enfrentándose a ellos en su propio medio, incluso seleccionándolos, pescando solamente los que presentan un interés determinado, aquéllos que ya están en edad adulta y ya han tenido la oportunidad de reproducirse. Si esto lo comparamos con los sistemas de pesca tradicional y más aún, con los sistemas industriales modernos, veremos el insignificante impacto que representan las capturas de los pescadores submarinos de una determinada zona frente a las capturas que puede realizar, por ejemplo, una sola embarcación de arrastre en una sola jornada. Si lo contemplamos desde el punto de vista de la ética del deportista que se enfrenta al pez bajo el agua, hay una clara desventaja por la inferioridad de sus condiciones físicas. Esto se contrapone claramente con los demás sistemas de pesca, profesionales o deportivos, que representan una trampa para el pez, sin enfrentarse directamente a él en su propio medio y sin correr ningún tipo de riesgo. Para terminar, mencionaré el impacto sobre el medio marino de otros hechos, como son los vertidos de residuos industriales, las mareas negras, los colectores de vertidos urbanos, las explotaciones irracionales, la pesca furtiva con escafandra autónoma... todo esto sí que provoca un irreparable impacto a la totalidad de la fauna y flora marinas, y consecuentemente sobre la humanidad. Yo, pescador submarino, dudo mucho que mi práctica y la de mis compañeros perjudiquen a nuestro amado mar. Y tú, ¿qué opinas? Texto escrito por Toni "Antonisal".
FUENTE: lapescasubmarina.com (foro)